Las secretarias son el personal administrativo que se encarga de apoyar al jefe en la ejecución del trabajo diario. Es aquella persona que ordena el trabajo, que lleva una agenda, que pauta reuniones, que atiende el teléfono y que tiene el deber de asistir a sus superiores.
Las secretarias realizan un valioso aunque a veces olvidado aporte de la mujer secretaria, tanto a la integración de la familia --célula primaria de toda sociedad--, como a la consolidación de la economía en Venezuela.
El rol cumplido por estas funcionarias, con especial el tesón, son ejemplos que cada día dan aquellas secretarías que son madres y cabeza de familia.
El rol de la secretaria es muy amplio y exige de mucha preparación y estudios. Ellas deben abarcar el campo de la computación, la administración y en muchos campos el manejo de varios idiomas.
Gracias a ellas, los jefes pueden delegar algunos aspectos tan importantes como las citas, las llamadas por teléfonos, las cartas y los archivos. Una buena secretaria será la ayuda silente de sus superiores.
Decálogo secretarial
Sé siempre sincera pero sin ofender. El deseo de servir y no el de herir debe ser faro orientador de tu sinceridad.
Esfuérzate en despertar en ti y en todos los que te rodean el sentido ético latente en todo ser humano.
Crea un ambiente de cordialidad en la oficina siendo cortés, comprensiva y cooperadora.
Regocíjate, si eres responsable, reedúcate para perfeccionar tus conocimientos. La responsabilidad es uno de los pilares donde descansa el éxito.
Entusiásmate. Tu entusiasmo aumentará tu eficiencia y te permitirá cosechar grandes satisfacciones.
Ten discreción y utiliza el tacto con tu jefe, con tus compañeros de trabajo y con el público.
Ama tu trabajo: amando tu trabajo amas al prójimo y también a Dios.
Respétate a ti misma y respeta a los demás, pero recuerda que tienes derecho a exigir que te respeten.
Interésate sinceramente en todos lo que te rodea. Este sincero interés te permitirá desarrollar al máximo todas tus personalidades.
Actúa con lealtad, pero que la máxima expresión de tu lealtad no sea tu adhesión incondicional a una persona sino a lo bueno, a lo correcto, a lo justo.
